¿Como describir tantas emociones? ¿Como transcribir esos sentimientos que ni siquiera tienen nombre? ¿ De que manera ser objetivo cuando la subjetividad es el elemento principal?.
Quizás esos van a ser mis desafíos a lo largo de esta nota tratando de no usar alegorías sin sentido o metáforas forzadas.
Ver a Pearl Jam en vivo se transforma en una misa y los fans en los fanáticos religiosos más acérrimos, en la que se hace imposible, no saltar, coriar los riffs de guitarra, bajo o lo que sea y tribuniar lo más posible como si estuviéramos en la final de la copa libertadores. La energía que trasmite la banda al publico (y viceversa) es asombrosa, quienes los vimos en Ferro 2005 sabemos que esta comunión no es algo que se ve muy a menudo.
Cuando comienzo a sonar Realese, las luces casi apagadas, voz de Eddie Vedder, la brisa de la noche, todo hacia pensar que iba a ser una velada inolvidable. La lista de temas compuesta por algunas joyas como Smile (Eddie en armónica), You are, Mother de Pink Floyd y la inesperada pero aclamada Garden, de su antológico primer disco del cual tocaron 8 temas, SI!! 8 temas de Ten, algo tan vibrante como maravilloso. No de más esta decir que la banda toco canciones de todos sus discos obviamente haciendo bastante hincapié en su ultima placa Backspacer. Con un setlist de 33 temas Pearl jam dejo contento hasta al más escéptico, dando un repaso total por su vasta y fortuita carrera.
Vedder, que cada vez que podía le daba un sorbo a su botella de vino, se mostraba tan feliz con en su anterior visita pero esta vez la cosa parecía más intensa aun, la gente no podía esconder su entusiasmo y coriaba “ ole, ole, ole, Pearl jam , Pearl jam” y otros canticos, constantemente.
Que difícil se hace poder enumerar los momentos memorables de aquella noche, podriamos nombrar algunos como la risa de Eddie tras errar en Given to fly, la extraña versión de last kiss, los coros de todo el estadio en Do the evolution o la emoción general en Inmortality.
Con un sonido impecable y una puesta en escena media austera Pearl jam hace de su música una celebración, en la que cada integrante tiene su papel. El guitarrista Mike Mccready hace de las suyas (corre, salta, arroja puas) a lo largo de todo el escenario mientras que Stone difícilmente se mueva de su esquina, todo esto claramente apoyado por una base (Jeff Ament en bajo - Matt Cameron en batería) que no deja baches en ningún momento.
A la hora de los Bises Eddie salió solo al escenario con su guitarra para interpretar Just breath de su ultimo disco, pero antes recogió una remera de los Ramones del publico y la enseño al estadio que exploto al grito de guerra Ramonero “Hey ho, Let´s go”. Luego Vendría Garden y los gritos del publico superaban por momentos al propio Vedder. No faltaria el tributo a los Ramones en I Believe in miracles donde el vocalista recordó la afinidad de la Argentina con el mítico grupo Neoyorquino.
Ya habían pasado 25 canciones y casi dos horas de show, cuando Pearl jam se retira del escenario para regresar enseguida y Terminar a puro hit , Black, Better Man, Why go, Alive, Rockin´ in the free world y el cierre con Yellow Ledbetter hicieron un seguidilla furiosa de clásicos de principios de década del noventa.
Tras casi tres horas de show los oriundos de Seattle se reúnen al frente del escenario para saludar al publico que vibro a su ritmo durante toda la velada.
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